15/11/12

Los abusos y las violaciones deberán ser considerados parte de la tortura

La Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, firmó una resolución en la que instruyó a los fiscales a que investiguen los casos de abuso sexual cometidos durante la dictadura cívico-militar. El documento puntualiza las falencias en el tratamiento judicial que reciben este tipo de delitos en las causas por delitos de lesa humanidad y recomienda "medidas proactivas para hacer públicos, enjuiciar y castigar los incidentes de violencia sexual".


En su resolución, la Procuradora dio instrucción para que los fiscales de todo el país tuvieran en cuenta el documento "Consideraciones sobre el juzgamiento de los abusos sexuales cometidos en el marco del terrorismo de Estado", elaborado por la Unidad Fiscal de Coordinación y Seguimiento de las causas por violaciones a los derechos humanos cometidas en ese período.
El documento describe las falencias en el tratamiento judicial que reciben los delitos contra la libertad sexual y ofrece distintas pautas de actuación para evitar o morigerar sus efectos perniciosos, en consonancia con las Observaciones Finales que el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer efectuara al Estado argentino durante 2010.
Puntualmente, el Comité recomienda que se adopten "medidas proactivas para hacer públicos, enjuiciar y castigar los incidentes de violencia sexual perpetrados durante la pasada dictadura, en el marco de los juicios por crímenes de lesa humanidad".
La Procuradora destacó que el documento elaborado por la Unidad, a cargo del fiscal Jorge Auat, es "en un todo compatible con las metas y objetivos que persigue el Programa del Ministerio Público Fiscal sobre Políticas de Género", creado el 9 de noviembre pasado con el fin de "difundir, sensibilizar y capacitar sobre las temáticas de género y los derechos de las mujeres".
A partir de la apertura de las causas por crímenes de lesa humanidad tras la anulación de las leyes de impunidad en 2007, el fiscal federal Federico Delgado solicitó al juez Daniel Rafecas que investigue a los represores Julio Simón, Samuel Miara y Juan Carlos Falcón, por abusos sexuales que sufrieron detenidos en centros clandestinos. Esta fue la primera vez desde la revisión penal del terrorismo de Estado, que se pidió que los abusos sexuales y violaciones que sufrieron algunas personas secuestradas sean investigados por la Justicia Federal.
Recién en abril de 2010, el Tribunal Federal de Santa Fe emitió el primer fallo en el país que estableció la violación como delito de lesa humanidad y tan imprescriptible como la tortura, en una causa donde la querellante, Amalia Ricotti, convivió con el secreto de la violencia sexual durante 32 años.

Este fallo fue seguido por otro similar en Mar del Plata, donde la Justicia condenó a prisión perpetua a Gregorio Molina, por homicidio agravado, violaciones reiteradas agravadas, privación ilegítima de la libertad y tormentos agravados en el centro clandestino La Cueva de Mar del Plata. "Los abusos sexuales en La Cueva no constituían hechos aislados, sino que conformaban una práctica habitual que se exteriorizaba a través de diversas conductas que lesionaban el marco de protección a la integridad sexual previsto por el ordenamiento legal", argumentaron los camaristas Mariano Borinsky, Gustavo Hornos, y Juan Carlos Gemignani.
En 2011, un juez procesó a los represores Benjamín Menéndez y Antonio Domingo Bussi por las violaciones sexuales sistemáticas sufridas por una adolescente de 19 años en un centro clandestino de detención.

http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-207894-2012-11-15.html

La Justicia apartó a Menéndez de la megacausa de Tucumán

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán resolvió separar al represor Luciano Benjamín Menéndez y a Enrique Arturo Alais del juicio en el que se juzgan los delitos de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención Arsenal y Jefatura de Policía contra 235 víctimas. Los magistrados consideraron que mantener en el proceso a ambos represores lentificaría el debate oral y motivaría numerosas suspensiones por los problemas de salud alegados por Alais y la superposición de causas en la que es requerido Menéndez.
 
El juicio oral comenzó el lunes pasado, pero el martes debió suspenderse porque se informó que Alais se había caído de la cama en la cárcel de Ezeiza, donde cumple detención, y por lo tanto debía ser internado. Precisamente, el acusado permanece en el Hospital Militar y quedó así impedido de escuchar desde la cárcel por videoconferencia las acusaciones en su contra.
El abogado defensor, Facundo Maggio, alegó que su cliente, de 83 años, sufre demencia senil y no puede entender la gravedad de las acusaciones en su contra. En ese marco, el tribunal resolvió separarlo del grupo de acusados, y planteó el mismo procedimiento sobre Menéndez, pero no por razones de salud sino de agenda. Es que el juicio iniciado en Tucumán se superpone a otros procesos judiciales por crímenes de lesa humanidad que se le siguen en La Rioja y en Córdoba.
Para los magistrados, las audiencias en Tucumán a condición de la presencia de Menéndez lentificarían el debate oral y motivaría numerosas suspensiones. Sin Menéndez ni Alais, en el juicio oral quedan otros 42 acusados, entre ellos civiles -como un sacerdote y un escribano- que habrían participado de los graves delitos investigados en la causa.
Hoy, los jueces Carlos Jiménez Montilla, Gabriel Casas y el subrogante Juan Carlos Reynaga siguieron escuchando la lectura de los hechos que se ventilarán en el debate, por parte del Ministerio Público.

http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-207832-2012-11-14.html