7/10/09

Poch ahora dice que no tuvo nada que ver con los "vuelos de la muerte"

El oficial retirado de la Armada y piloto naval Julio Alberto Poch declaró ante un juez de la Audiencia Nacional de Madrid, en España, y sigue detenido a la espera del juicio de extradición a Argentina.
Según contó a los periodistas su abogado defensor, Ignacio Peláez Marqués, el teniente de fragata retirado negó la acusación que pesa en su contra de haber piloteado los "vuelos de la muerte" de la última dictadura
y aseguró ser contrario al "terrorismo y terrorismo de Estado".
La audiencia se llevó a cabo en el despacho del juez de la Audiencia Nacional de España, Eloy Velazco, y una vez finalizada el magistrado ratificó la orden de prisión que había dictado el Juzgado de Instrucción número 2 de Quart de Poblet, Valencia, donde Poch fue detenido el 22 de septiembre último.
En cuanto a las denuncias de sus compañeros de trabajo en la línea aérea holandesa "Transavia", que aseguraron haberlo oído inculparse en los "vuelos de la muerte", Poch dijo al juez que lo habían "malinterpretado" en las charlas que mantuvieron sobre la represión ilegal de la dictadura.
También aseguró que no tuvo "nada que ver" con el método utilizado por la Armada para eliminar a los detenidos arrojándolos vivos y dopados al mar, así como indicó que "nunca estuvo destinado" en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Su abogado defensor dijo estar "indignado" por el arresto de Poch en España, pues, a su juicio, "son temas más políticos que otra cosa". "Parece que Holanda le pasa la patata caliente a España porque la mujer del Príncipe heredero (Máxima Zorreguieta) es argentina y su padre pertenecía a la Junta Militar", dijo Peláez.
Poch tiene 57 años, estudió en el Colegio Nacional Buenos Aires de donde egresó como bachiller en 1968, entre 1969 y 1972 cursó la Escuela Naval Militar, en Río Santiago, y luego se especializó en el arma de la aviación naval, adonde llegó al grado de teniente de fragata.
Se retiró el 1 de febrero de 1981 y luego se fue a vivir a Holanda con su esposa y tres hijos, donde obtuvo la doble nacionalidad argentina-holandesa, y vivía en un suntuoso chalet ubicado en un pueblo a 25 kilómetros de Amsterdam.
Según sus compañeros de tripulación en "Transavia", que lo denunciaron ante la policía holandesa, dando origen a la investigación judicial, Poch presumía en conversaciones con ellos de haber actuado en los "vuelos de la muerte", arrojando con vida al mar a quienes él consideraba como "terroristas de izquierda". Pero trataba de aliviar el asunto diciendo que las víctimas "eran previamente drogadas" con Penthotal.
Miembro del selecto grupo de comandantes "senior" de "Transavia", número 23 de los 512 pilotos, Poch hizo su vuelo final antes de jubilarse entre Amsterdam y Valencia, sin saber que allí se montaba un operativo para capturarlo.
El juez federal Sergio Torres, a cargo de la llamada "megacausa ESMA", le imputa al piloto naval su presunta actuación como piloto de los "vuelos de la muerte", en los que la Armada arrojó al mar a unas 4500 personas que estaban secuestradas en la ESMA.

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